El desafío de las escaleras de Chery termina con una barandilla dañada

25

Un truco publicitario que salió mal ha dejado dudas en torno a los estándares de seguridad y las tácticas de marketing después de que un SUV Chery Fulwin X3L se estrellara durante un intento de escalar la famosa “Escalera Celestial” de la montaña Tianmen. El incidente, que tuvo lugar el 12 de noviembre y fue ampliamente capturado en videos publicados en línea, muestra los riesgos potenciales de combinar la promoción comercial con entornos naturales desafiantes.

La “Escalera Celestial” de la montaña Tianmen no es una escalera cualquiera. Este sendero de 999 escalones serpentea casi 300 metros por un acantilado escarpado, alcanza un cambio de altitud de 150 metros y conduce a la famosa entrada de la cueva Tianmen. Su pendiente, de un promedio de 45 grados con secciones que superan los 60 grados, combinada con escalones estrechos y húmedos de sólo 30 centímetros de ancho, lo convierten en una hazaña inmensa incluso para los excursionistas experimentados. Informes anteriores lo han comparado con una ruta rara vez conquistada por vehículos todoterreno de alta gama.

El Chery Fulwin X3L, un nuevo modelo SUV lanzado en septiembre de 2025 bajo la floreciente marca Fulwin de Chery, fue el vehículo que intentó esta escalada aparentemente imposible. Antes del evento, la compañía había promocionado fuertemente el desafío en la plataforma de redes sociales Weibo, y el vicepresidente ejecutivo enfatizó su naturaleza exigente y destacó cómo probaría la potencia, el manejo y las capacidades de tracción en las cuatro ruedas del automóvil.

Los relatos de los testigos describen una escena desoladora: alrededor del mediodía del 12 de noviembre, el vehículo luchó por subir los empinados escalones antes de finalmente deslizarse hacia atrás, romper una sección de la barandilla protectora y quedarse quieto en el fondo durante dos horas. Durante este tiempo, el Parque Forestal Nacional de la Montaña Tianmen cerró tanto la “Escalera Celestial” como una ruta escénica alternativa para los turistas, ordenando a los visitantes que utilizaran una escalera mecánica que perfora la montaña.

Las consecuencias del incidente provocaron una rápida acción por parte de Chery Automobile. El 13 de noviembre, la compañía emitió una declaración de disculpa reconociendo que una investigación preliminar reveló que un grillete de seguridad roto en el banco de pruebas era la causa directa del accidente. Este desprendimiento enredó la rueda derecha del vehículo, limitando la potencia de salida y provocando el deslizamiento y colisión con la barandilla. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni se dañó ningún entorno natural más allá del daño a la propia barandilla.

A pesar de este afortunado resultado, Chery asumió la responsabilidad del evento y expresó su profundo pesar por no haber evaluado adecuadamente los riesgos potenciales y por los descuidos durante la planificación y ejecución. La empresa señaló específicamente la elección de un área escénica pública como un factor contribuyente, destacando la necesidad de una mayor vigilancia para equilibrar las actividades promocionales con la seguridad de los visitantes y la protección del medio ambiente.

Chery se comprometió a reparar completamente la barandilla dañada y a cubrir todos los costos de compensación relacionados, esperando que esta acción demuestre su compromiso de rectificar la situación. Sin embargo, el incidente plantea interrogantes más importantes sobre las consideraciones éticas que rodean a tales campañas de marketing basadas en acrobacias, particularmente cuando tienen lugar en entornos naturales vulnerables que dependen en gran medida de los ingresos del turismo.