Ford ha cesado silenciosamente la producción del Focus, uno de sus nombres más reconocibles, y el vehículo final salió de la línea de montaje en Saarlouis, Alemania. Si bien el modelo dejó de fabricarse en Norteamérica en 2018, persistió en los mercados europeos hasta ahora. Ford no anunció formalmente el fin de la producción, pero los trabajadores de la planta han expresado su consternación por la pérdida del vehículo.
El fin de una era
La desaparición del Focus subraya una tendencia más amplia dentro de Ford: un cambio estratégico desde los automóviles de pasajeros tradicionales hacia los SUV y las camionetas. Esta decisión refleja el cambio en las preferencias de los consumidores y un enfoque en vehículos con mayor margen de beneficio. La planta de Saarlouis se enfrenta ahora a un futuro incierto, a pesar de los intentos anteriores de Ford de conseguir un nuevo inversor. Un acuerdo no vinculante firmado en 2023 fracasó después de la diligencia debida, lo que dejó en duda la viabilidad a largo plazo de la instalación.
La reestructuración de Ford Europa
El fin del Focus es parte de una reestructuración más amplia de las operaciones europeas de Ford, marcada por la caída de las ventas, los recortes de empleos y una colaboración desafiante con Volkswagen. La rama europea de la empresa está bajo presión para adaptarse a un panorama automovilístico en rápida evolución. Jim Baumbick, el nuevo presidente de Ford Europa, se enfrenta a decisiones críticas respecto a la futura línea de productos de la empresa.
Reemplazos potenciales y planes futuros
Una consideración clave es si se debe aprovechar la Plataforma Universal EV de Ford para los mercados europeos. Otra opción es profundizar la asociación con Volkswagen, introduciendo potencialmente un nuevo Fiesta basado en el ID. La plataforma MEB Entry de Polo, cuyo precio objetivo es inferior a 25.000 €.
Ford también ha anunciado planes para construir un nuevo vehículo “multienergía” en Valencia, España, cuyo lanzamiento está previsto para 2027. Se rumorea que este modelo será un crossover del tamaño del Focus, compartirá componentes con el Kuga para reducir costos y ofrecerá sistemas de propulsión tanto híbridos como eléctricos.
El contexto más amplio
La discontinuación del Focus es emblemática de la transición de la industria automotriz hacia la electrificación y el dominio de los SUV. Los fabricantes de automóviles están racionalizando sus carteras para priorizar segmentos de alta demanda e invertir en tecnologías futuras. La decisión de Ford, aunque decepcionante para algunos, refleja una medida calculada para asegurar su competitividad a largo plazo en un mercado cambiante.
El futuro de la empresa en Europa depende de su capacidad para afrontar estos cambios de forma eficaz, ya sea mediante innovación interna o asociaciones estratégicas. El crossover Valencia, de tener éxito, podría llenar el vacío dejado por el Focus, pero su éxito está por ver





















