La policía y las autoridades de transporte de Sydney han intensificado sus esfuerzos para frenar los vehículos modificados ilegalmente y excesivamente ruidosos, especialmente en la zona de North Shore. Una operación reciente el 15 de noviembre en Milsons Point resultó en 47 multas de tránsito, tres pruebas de drogas positivas y la inmovilización de seis vehículos considerados inseguros.
Aplicación de la ley dirigida en Milsons Point
Oficiales de la Patrulla de Caminos, inspectores de Transporte para Nueva Gales del Sur y la EPA llevaron a cabo una operación conjunta dirigida a vehículos conocidos por alterar el orden público en áreas como Blues Point y Kirribilli. Se instaló una estación de inspección en Burton Street para interceptar a los conductores y evaluar el cumplimiento de los vehículos.
Hallazgos clave:
- Delitos de Drogas: Tres conductores dieron positivo por drogas mediante pruebas de fluidos orales.
- Vehículos defectuosos: Se encontró que los 13 vehículos inspeccionados por TfNSW tenían defectos, y seis de ellos fueron clasificados como “riesgos de seguridad graves e inminentes”. Estos vehículos fueron inmediatamente puestos a tierra.
- Contaminación acústica: Siete vehículos no cumplieron con los estándares de contaminación acústica, lo que indica modificaciones ilegales en los gases de escape.
- Infracciones: Se emitieron un total de 47 avisos de tráfico.
Problema recurrente, acción repetida
Este no es un incidente aislado. Una operación similar el 29 de agosto arrojó 50 defectos en vehículos, incluidas modificaciones ilegales en el motor y el escape. La policía impuso 34 multas y los inspectores de transporte señalaron cuatro vehículos para su reparación inmediata.
Por qué esto es importante:
Estas medidas represivas ponen de relieve un problema actual con la modificación de vehículos en Sydney. Si bien algunas modificaciones son legales, muchas violan las normas de seguridad y ruido. Las autoridades están adoptando un enfoque de tolerancia cero para garantizar la seguridad pública y reducir los disturbios en las zonas residenciales. La repetición de la aplicación sugiere que el problema persiste a pesar de intervenciones anteriores y podría indicar la necesidad de soluciones más estrictas a largo plazo.
Conclusión:
Las autoridades de Sydney están luchando activamente contra las modificaciones ilegales de los vehículos para mejorar la seguridad vial y reducir la contaminación acústica. Las operaciones recientes demuestran un compromiso para hacer cumplir las leyes de tránsito y garantizar que los vehículos cumplan con los estándares mínimos de seguridad.





















