Toyota se está preparando para lanzar versiones eléctricas (BEV) y eléctricas de pila de combustible de hidrógeno (FCEV) de su camioneta HiLux de próxima generación, junto con los modelos de combustión tradicionales. Si bien estas medidas se alinean con el endurecimiento de las regulaciones sobre emisiones, la compañía enfatiza que también son una respuesta a la demanda de los consumidores y un enfoque pragmático hacia la descarbonización.
Los nuevos estándares de vehículos impulsan la diversificación
La introducción del HiLux BEV a principios de 2026 y del HiLux FCEV para 2028 se produce cuando Australia implementa Estándares de Eficiencia de Vehículos Nuevos (NVES) más estrictos en 2025. Estos estándares imponen límites de emisiones de dióxido de carbono a los fabricantes de automóviles, incentivando la venta de vehículos de bajas emisiones. Las marcas que superen los objetivos de emisiones se enfrentan a multas, mientras que aquellas que no lo alcancen pueden vender créditos a otros fabricantes.
Sin embargo, Toyota sostiene que el impacto del HiLux BEV en su cumplimiento general de emisiones será limitado dado el alto volumen total de ventas de la compañía: más de 240.000 vehículos en 2024. Los híbridos y los híbridos enchufables se consideran más impactantes para cumplir los objetivos NVES debido a su mayor disponibilidad y atractivo para el consumidor.
Toyota aboga por un enfoque gradual en materia de emisiones
El vicepresidente de ventas y marketing de Toyota Australia, Sean Hanley, enfatizó la necesidad de un enfoque flexible en las regulaciones de emisiones. La compañía no busca estándares más flexibles, pero sostiene que los híbridos deberían seguir contribuyendo a los créditos NVES incluso si no caen por debajo de los límites. Esto se debe a que cortar repentinamente la elegibilidad de los híbridos podría alienar a los consumidores y ralentizar los esfuerzos de descarbonización.
El próximo LandCruiser Hybrid, por ejemplo, no cumplirá con los límites NVES de 2026 y sería penalizado según el sistema actual. Toyota cree que un enfoque de “vehículos de bajas emisiones y cero” (ZLEV), incluidos híbridos, enchufables, BEV y FCEV, sería una estrategia de transición más eficaz.
Una estrategia de múltiples vías para la descarbonización
La decisión de Toyota de buscar múltiples opciones de sistemas de propulsión refleja su estrategia global de ofrecer diferentes soluciones para diferentes mercados. Si bien la compañía ha enfrentado críticas por su más lenta adopción de BEV, sostiene que es necesario un enfoque diversificado para garantizar que los consumidores no se queden atrás.
El lanzamiento del SUV bZ4X en 2025 marcó la primera incursión de Toyota en los vehículos totalmente eléctricos en Australia. Le seguirán otros modelos BEV, incluido el C-HR BEV (2027), junto con el HiLux BEV (2026) y el HiLux FCEV (2028).
Toyota reconoce que la descarbonización es inevitable, pero cree que la clave es una transición realista y centrada en el consumidor. Más del 50% de las ventas de Toyota en Australia en 2024 fueron vehículos híbridos, lo que demuestra la preferencia actual del mercado. La compañía sostiene que forzar un cambio inmediato a vehículos de cero emisiones podría ser contraproducente y dejar a muchos consumidores reacios a cambiar.























