AMG nombra un nuevo director ejecutivo mientras la marca de rendimiento navega por un cambio de estrategia

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Mercedes-AMG está atravesando una transición de liderazgo, y Stefan Weckbach, ex miembro del desarrollo de Porsche Taycan, se convertirá en director ejecutivo el 1 de julio de 2026. También dirigirá el “Top End Vehicle Group”, supervisando modelos de alta gama como la Clase G y Maybach. Este cambio sigue a un período de ajuste interno para AMG, marcado por decisiones de productos controvertidas y reveses técnicos, pero también por un compromiso renovado tanto con los motores de combustión de alto rendimiento como con los vehículos eléctricos.

Desafíos y cambios recientes

Los últimos años han sido turbulentos para AMG. La introducción de un motor de cuatro cilindros en el C63 en 2022 generó duras críticas por parte de los entusiastas, y aunque Mercedes no informa públicamente las ventas de AMG, los informes sugieren que el modelo tuvo dificultades para cumplir con las expectativas. Para complicar aún más las cosas, hubo una retirada masiva de casi el 80% de los hipercoches AMG One debido al riesgo de incendio, derivado de las dificultades para adaptar un motor de Fórmula 1 para su uso en carretera.

Estos problemas ocurrieron durante el mandato del director ejecutivo saliente, Michael Schiebe, quien trabajó durante dos años y medio y asumirá un rol más amplio de supervisión de la producción, la calidad y la gestión de la cadena de suministro a partir de diciembre de 2025.

Un futuro con dos motores

A pesar de los contratiempos, AMG está redoblando su apuesta por los sistemas de propulsión tradicionales y eléctricos. Se está desarrollando un nuevo motor V-8, potencialmente con mayor disponibilidad y mayor potencia, sin dejar de cumplir con los estándares de emisiones Euro 7. El C63 puede recibir un motor mejorado de 3.0 litros en lugar del V-8 más grande.

En el lado eléctrico, AMG planea aprovechar el concepto GT XX en un dúo de súper sedán y SUV eléctricos. La marca pretende competir comercializando una experiencia de “V-8 eléctrico”, aunque la eficacia de los ruidos simulados del motor y los cambios de marcha sigue siendo incierta.

El futuro de AMG depende de equilibrar a los leales a ICE con la demanda de vehículos eléctricos, lo que requiere una cartera amplia que será un desafío para cualquier nuevo liderazgo.

Perspectivas a largo plazo

El renovado enfoque de AMG en los motores de combustión lo posiciona bien frente a rivales como BMW M y Audi Sport. Mercedes tiene los recursos para respaldar esta doble estrategia, pero el CEO entrante enfrenta una tarea compleja. La compañía se ha comprometido a mantener vivos sus motores más grandes (actualmente un V-12 biturbo de 6.0 litros reservado para los modelos Maybach), aunque es poco probable que aparezca otro auto de calle con un motor de Fórmula 1 debido al endurecimiento de las regulaciones sobre emisiones.

En última instancia, el éxito de AMG dependerá de su capacidad para satisfacer tanto a los entusiastas del rendimiento tradicional como a un mercado de vehículos eléctricos en crecimiento. El nuevo liderazgo deberá afrontar este cambio con cuidado para mantener la ventaja competitiva de AMG.