Mercedes-Benz pagará 149,7 millones de dólares para resolver las acusaciones de que hizo trampa intencionalmente en las pruebas de emisiones de diésel, engañó a los consumidores y violó las regulaciones ambientales en todo Estados Unidos. El acuerdo, alcanzado con una coalición bipartidista de fiscales generales estatales, plantea un nuevo escrutinio sobre las prácticas del fabricante de automóviles luego de escándalos similares que involucran a Volkswagen.
Cómo funcionó el engaño
Entre 2008 y 2017, Mercedes equipó más de 211.000 vehículos diésel con un software no revelado diseñado para reducir artificialmente las emisiones durante las pruebas. En la conducción real, estos vehículos emitían hasta 40 veces los niveles de óxido de nitrógeno (NOx) permitidos legalmente. Este engaño permitió a Mercedes anunciar falsamente sus automóviles diésel como “limpios” y “bajos en emisiones”, eludiendo las regulaciones.
Los vehículos utilizaron lo que los reguladores llaman un “Dispositivo Auxiliar de Control de Emisiones” (AECD) que detectaba cuando el automóvil estaba siendo sometido a pruebas. Durante las pruebas, la AECD activó un modo de emisiones más conforme. Fuera del laboratorio, los vehículos volvieron a un modo de altas emisiones para maximizar el rendimiento y la economía de combustible.
Términos del acuerdo
Según el acuerdo, se asignarán 120 millones de dólares a los estados para programas de prevención y reducción de la contaminación del aire. Se suspende una multa adicional de $29,7 millones, supeditada a que el fabricante de automóviles repare, recompre o retire de la carretera los vehículos afectados. Mercedes ofrecerá 2.000 dólares a los propietarios que obtengan una modificación de emisiones aprobada antes del 30 de septiembre de 2026.
El acuerdo también prohíbe a Mercedes vender vehículos diésel con dispositivos de desactivación ilegales y prohíbe las afirmaciones engañosas sobre emisiones. La empresa ahora debe proporcionar informes periódicos sobre el progreso de las reparaciones.
Modelos afectados
Los vehículos afectados incluyen varios modelos populares de Mercedes de 2011 a 2016, como el E350, Clase GL, Clase GLE, Clase GLK, Clase ML, Clase R y Clase S. La furgoneta Sprinter también está implicada.
Por qué esto es importante
El escándalo de Mercedes es un claro recordatorio de la voluntad de la industria de priorizar las ganancias sobre la responsabilidad ambiental. Los fabricantes de automóviles enfrentan una presión cada vez mayor para cumplir con estándares de emisiones más estrictos, pero algunos continúan explotando las lagunas legales. Este caso subraya la necesidad de una mayor transparencia y aplicación de la ley para proteger la salud pública y el medio ambiente.
Mercedes ya ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos por 2.200 millones de dólares en un caso separado. La acción legal en curso resalta las consecuencias duraderas del fraude automotriz.























