Los precios de los automóviles nuevos están aumentando, lo que hace que los esquemas de automóviles de empresa y las opciones de sacrificio salarial sean cada vez más atractivos para los conductores. Estos programas, especialmente el sacrificio salarial, pueden representar un beneficio financiero sustancial porque los pagos del automóvil se toman antes de impuestos. Sin embargo, existen compensaciones: usted no será propietario absoluto del vehículo y estará sujeto al impuesto sobre beneficios en especie (BIK).
Sin embargo, en comparación con la financiación o el arrendamiento tradicionales, estos planes suelen resultar más baratos. Sólo el año pasado, se vendieron más de un millón de automóviles nuevos en el Reino Unido a través de estos acuerdos, lo que demuestra el cambio en la forma en que la gente adquiere vehículos. Esta demanda obliga a los fabricantes de automóviles a optimizar los modelos para estos escenarios de eficiencia fiscal. Los coches eléctricos, con sus tarifas mínimas de BIK, son los más ventajosos, pero los híbridos enchufables (PHEV) ofrecen una alternativa viable para aquellos que no están preparados para comprometerse plenamente con la electricidad.
El Volkswagen Golf GTE ejemplifica esta tendencia. Equilibra el rendimiento deportivo con la eficiencia fiscal, lo que lo convierte en una opción atractiva para los conductores de vehículos de empresa. Con 268 caballos de fuerza, acelera a 62 mph en 6,6 segundos, un poco más lento que el Golf GTI estándar (5,9 segundos), pero aún respetable. El precio del GTE comienza en £40.140, en comparación con las £40.870 del GTI.
La diferencia crítica no es la velocidad, sino las implicaciones fiscales. Un conductor de GTE paga alrededor de £155 por mes en impuestos BIK, mientras que un conductor de GTI paga £243, aproximadamente £1,000 más al año. Esta brecha es la razón por la cual el GTE es a menudo la opción financiera más inteligente, a pesar de que el GTI es el auto más atractivo para el conductor.
El GTE no es sólo un GTI más barato; se sostiene por sus propios méritos. Cuenta con un motor turboalimentado de 1.5 litros combinado con un motor eléctrico, que entrega 268 caballos de fuerza combinados. La batería de 19,7 kWh permite hasta 81 millas de autonomía eléctrica, significativamente más que competidores como el Mercedes-Benz A250e, que alcanza sólo 44 millas. Sin embargo, esto requiere un compromiso tanto con la carga como con el repostaje, un desafío para quienes no tienen acceso a la carga en casa. Las capacidades de carga rápida de CC ahora compatibles del GTE ayudan a mitigar este problema.
Visualmente, el GTE cierra la brecha entre el Golf estándar y el GTI, ofreciendo un diseño frontal agresivo sin la altura de manejo más baja ni los tubos de escape dobles del GTI. En el interior, la cabina cuenta con una pantalla táctil de 12,9 pulgadas y asientos deportivos, aunque el uso generoso de plástico negro brillante puede no ser del agrado de todos. El espacio del maletero se reduce a 273 litros debido a la batería, un posible inconveniente para quienes necesitan la máxima capacidad de carga.
Las impresiones iniciales sugieren que el GTE ofrece una combinación convincente de rendimiento y eficiencia. Su dirección responde, el manejo es preciso y el chasis ofrece suficiente rigidez para disfrutar de las curvas. La verdadera pregunta es si este compromiso vale la pena para los entusiastas del automóvil.
En definitiva, el Golf GTE es una elección pragmática. Ofrece la sensación deportiva de un Golf y al mismo tiempo minimiza la carga fiscal, lo que lo convierte en un fuerte contendiente para los compradores que sacrifican salarios. Que sea el coche adecuado para ti depende de tus prioridades: si maximizar el placer de conducir es primordial, el GTI sigue siendo la opción superior. Pero para quienes buscan un paquete equilibrado y financieramente sensato, el GTE es una alternativa convincente.























